Los mantenimientos de baja tensión son importantes para garantizar la seguridad, confiabilidad y eficiencia de los sistemas eléctricos.
La actual normativa de baja tensión obliga a realizar revisiones y verificaciones a las mismas.
Algunas de las tareas comunes realizadas durante el mantenimiento de baja tensión incluyen:
- Inspección visual: se realiza una inspección visual para identificar cualquier daño, desgaste o deterioro en los componentes eléctricos, como cables, interruptores, enchufes y conexiones.
- Pruebas de funcionamiento: se llevan a cabo pruebas para verificar el correcto funcionamiento de los dispositivos de protección, como disyuntores, interruptores automáticos y fusibles. También se comprueba el funcionamiento de los interruptores de seguridad y de los sistemas de tierra.
- Ajuste y calibración: algunos equipos, como reguladores de voltaje y temporizadores, pueden requerir ajustes o calibración periódicos para asegurar su correcto funcionamiento.
- Reemplazo de componentes defectuosos: si se identifican componentes eléctricos dañados o defectuosos, es necesario reemplazarlos para mantener la integridad y seguridad del sistema.
- Verificación de la conexión a tierra: se verifica que la conexión a tierra esté en buen estado y cumpla con las normas de seguridad. Esto es esencial para prevenir descargas eléctricas y garantizar un entorno seguro.
Realizamos revisiones de mantenimiento periódicas que se basan en la comprobación del cumplimiento de las disposiciones establecidas en el Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión e instrucciones complementarias, teniendo en cuenta las ordenanzas municipales, normas particulares de la empresa suministradora oficialmente aprobadas y las normas UNE de obligado cumplimiento.
Todas las revisiones y mantenimientos las hacen instaladores autorizados.
